Thursday, September 12, 2013

Views of the Current Phase of the Syrian Crisis From Cuba

While opinion in the West is well understood, as are those originating in other parts of the world. it might be useful to consider its perspective from a state long accustomed to supporting the regime of Mr. Bashar.  This post contains two items, the first a discussion of the official Cuban position on the current Syrian Crisis.  The second an opinion piece recently published by a Cuban independent journalist

 (Pix AP from Suleka.comhttp://newshopper.sulekha.com/raul-castro-bashar-al-assad_photo_1401892.htm "Cuba's President Raul Castro, left, and Syria's President Bashar al-Assad review the honor guard at Revolution palace in Havana")



 René Gómez Manzano is a lawyer and independent journalist in Cuba.  He has recently published an opinion piece, "Siria: ¿Quién puso las armas químicas?", Cubanet, Sept. 10, 2013 (in Spanish). Set out below is his opinion piece as it appeared in Cubanet, which describes itself as an organization of independent journalists in Cuba established in 1994. "La función principal de CubaNet es proveer a los periodistas y otros grupos independientes de Cuba de un vehículo para que sus voces se puedan escuchar, teniendo en cuenta que ellos no tienen posibilidades de publicar sus trabajos ni en Cuba ni en el extranjero. Tampoco, al igual que los ciudadanos comunes, tienen acceso a Internet."



"Cuba’s official media have focused their coverage on the participation of the US and the other NATO member nations as key players in this situation of regional destabilization." (Isabel Diaz Torres, New Cuban Left Position on Syria, Havana Times, July 2012 (describing the position of Cuba's new left as critical of the tactics of the Bashar regime but opposed to the rebels as Western dupes "The organization’s statement also denounces those Latin America governments that “have confused always-necessary anti-imperialist solidarity with the justification of dictators speaking in the name of a perverse realpolitik,” which cannot “take precedence over the dignity of people.”" Ibid)).
 
The Cuban position on the current crisis was nicely illustrated in this report, Cuba Advocates Political Solution to Crisis in Syria Ahora.cu, Sept. 12, 2013:
 
The Cuban permanent representative before the Geneva-based United Nations Human Rights Council, Rodolfo Reyes, reiterated on Tuesday that his country hopes for a peaceful solution to the current crisis in Syria, “one that fully respects the sovereignty and independence of that Arab nation.”

Speaking during a discussion on the topic at the U.N. body in Geneva, Reyes warned that a civil war or a foreign intervention in Syria could bring about serious consequences for humanity and, particularly, for the already convulsed region of the Middle East.

According to Prensa Latina news agency, the Cuban diplomat regarded as ‘alarming’ recent calls issued by those who promote a change of government in Syria through the use of force and violence instead of dialogue and negotiation among all sides.

“The role of the international community, in a difficult moment for a U.N. member state, is to work to safeguard peace and stability in that country, and not to promote actions that can lead to death, crimes, aggressions against innocent people, and the lack of safety in cities and towns,” Reyes noted.

“The issue of human rights is not the genuine motivation of this new debate in the Council,” said the Cuban representative as he criticized the position of some member states of the North Atlantic Treaty Organization (NATO) on the Middle East.

He also referred to the unjustifiable bombings against Libya that resulted from the approval of Resolution 1973 of the U.N. Security Council in March 2011, as well as the killing of innocent civilians, the assassination of a head of state (Muammar Gaddafi), and the tolerance of Israel’s criminal actions against the Palestinian people.

“Taking into account recent cases in which we have seen a manipulation of the U.N. Charter as well as the double standard of the United States and other NATO members, we reject any attempt to undermine the sovereignty, independence, and territorial integrity of Syria,” Reyes pointed out.

“Cuba reiterates that international cooperation, based on the principles of objectivity, impartiality and non-selectivity, is the only way to effectively promote and protect all human rights,” he added.“At the same time, Cuba is confident of the capacity of the Syrian people and government to solve their domestic problems without foreign interference,” the diplomat concluded.
 
The independent press position is reflected here:

Cubanet, Sept. 10, 2013

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -En las últimas semanas se ha agravado en Siria el enfrentamiento que desde hace años se desarrolla entre el régimen y quienes se le oponen. La permanente masacre desatada por las fuerzas leales al presidente Bachar El Assad —actual cabeza de la dinastía— ha cobrado ya más de cien mil vidas humanas. Crece el número de los refugiados que tratan de salvar su existencia en precarios campamentos ubicados más allá de las fronteras.

El último acontecimiento que ha intensificado el interés por la tragedia del mencionado país árabe fue el uso de armas químicas que ocasionaron la muerte de más de un centenar de ciudadanos. El empleo de este nuevo método de exterminio ha despertado la merecida atención de la opinión pública internacional. La misma Organización de las Naciones Unidas ha tomado cartas en el asunto, enviando expertos que deberán rendir su informe en breve.

Como era de suponer, la postura asumida por los gobiernos extranjeros se ha ajustado a los intereses geopolíticos de cada uno. En Occidente, la reacción general ha sido de repugnancia y condena ante lo que —según todo indica— constituye una escalada brutal en la represión feroz que el régimen de Damasco ejerce contra su propio pueblo.

No obstante, en esa parte del mundo las posibles muestras concretas de solidaridad se ven detenidas —o, al menos, demoradas— por la natural renuencia de los pueblos y gobiernos democráticos a verse envueltos en un nuevo conflicto bélico contra otro tirano más. Varios parlamentos se han involucrado en la toma de decisiones al respecto.

Por su parte, Rusia, que tiene en las costas sirias su única base naval en el Mediterráneo, apoya de mil modos a su gran aliado El Assad. En Latinoamérica, los estados que gravitan alrededor del llamado “socialismo del siglo XXI” respaldan, sin muchos remilgos, al régimen del mencionado país árabe, que junto al Irán de los ayatolas integra el dúo de los grandes enemigos de Estados Unidos en la región.

En el caso específico de Cuba, su Ministerio de Relaciones Exteriores emitió a principios del presente mes una Declaración sobre el tema. En ella expresa “profunda preocupación” por la decisión anunciada por el presidente Obama de tomar represalias contra el gobierno sirio. El MINREX habanero insta también al Secretario General de las Naciones Unidas a “involucrarse directamente” en el asunto.

Es presumible que el Consejo de Seguridad de la ONU no logre tomar una decisión al respecto. La tendenciosa declaración cubana lo atribuye a “la preeminencia de los Estados Unidos en dicho órgano”, pero la causa verdadera es la postura recalcitrante de Rusia (apoyada en este asunto por China), que veta cualquier medida que afecte a su aliado querido. En vista de lo anterior, el documento oficial del régimen de La Habana opina que a la Asamblea General de la ONU “también le compete la responsabilidad de detener la agresión”.

Al parecer, los jurisconsultos castristas, puestos a escoger entre la política y el derecho, optaron por la primera, e hicieron caso omiso del artículo 12 del tratado fundacional de las Naciones Unidas, que establece con claridad: “Mientras el Consejo de Seguridad esté desempeñando las funciones que le asigna esta Carta con respecto a una controversia o situación, la Asamblea General no hará recomendación alguna sobre tal controversia o situación, a no ser que lo solicite el Consejo de Seguridad”.

En el ínterin, altos funcionarios de Rusia, al igual que los publicistas que apoyan la actuación del gobierno sirio, afirman que es un absurdo atribuir a las autoridades de Damasco la responsabilidad por el uso del armamento químico. Con ese fin aducen que ellas son las primeras perjudicadas por este nuevo giro en los acontecimientos.

De este modo dejan en pie, como única explicación posible de lo sucedido, que el empleo de las sustancias prohibidas haya provenido de los propios rebeldes. Habida cuenta de que los cadáveres pertenecen a amigos, familiares y vecinos de estos últimos, esta afirmación resulta mucho más absurda que lo que se pretende negar.

Esto me recuerda la conocida polémica sobre la identidad de William Shakespeare, tras cuyo nombre, según algunos, se esconde Christopher Marlowe. El problema es que este último autor murió en una riña tabernaria cuando aún no habían aparecido muchas de las obras atribuidas al bardo del Avon. Esto provocó el mordaz comentario de uno de los impugnadores de la teoría: “El principal argumento para considerar que Shakespeare era en realidad Marlowe es que el primero estaba vivo, mientras el segundo era ya cadáver”.

De manera análoga, podríamos ahora parafrasear: La demostración de que las armas químicas fueron utilizados no por El Assad, sino por sus opositores, es que los muertos los han puesto estos últimos.

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